La Tecnología se Vuelca a las Masas

Reflexión sobre la evolución de las tecnologías de la información en el último tiempo.

Las tecnologías de la información en nuestros días están presentes en la mayoría de nuestro quehacer, ya sea al contestar nuestro teléfono móvil o simplemente al sonar nuestro despertador cada mañana. Cada objeto “tecnológico” con el que tenemos contacto tiene en algún sector de su configuración un microprocesador o algún circuito que le permita realizar alguna tarea lógica como el sonar del despertador a la hora que nosotros deseamos.

Las tecnologías de la información se definen como el conjunto de recursos, procedimientos y técnicas usadas en el procesamiento, almacenamiento y transmisión de información, esta definición nos amplía un mundo de posibilidades de aplicación, ya que todos, a cada segundo estamos recibiendo información desde algún objeto.

La necesidad de estas tecnologías, en nuestros días es vital, ya que en nuestros trabajos, en nuestros estudios, en la vida misma se necesita información y esta debe ser procesada, almacenada y transmitida de una manera fácil y rápida, ya que cada día tenemos menos tiempo para gastar. Esta realidad definida sólo refleja lo que estamos viviendo en nuestros días, donde un teléfono celular o un computador portátil es algo no fuera de lo común, pero ¿qué pasaba en el pasado?, ¿había el mismo acceso a estas tecnologías?, ¿existían estas tecnologías?.

En un principio, las tecnologías de la información estaban destinadas sólo a la ciencia, más precisamente, la ciencia recién las estaba descubriendo y conociendo su real potencial, así nacieron computadoras que ocupaban habitaciones enteras, con sistemas de almacenamiento de información tan arcaicos como las cintas, pero que para esos días era unan real maravilla. Los científicos comenzaron a fascinarse con lo que estaban creando, no podían imaginarse como una máquina, que para ellos en ese instante no tenía inteligencia, podía resolver un problema matemático igual o mejor que ellos mismos. Así siguió evolucionando la tecnología, los científicos cada vez necesitaban y creaban sistemas más eficientes, estas gigantes máquinas cada día se hacían más pequeñas, pero no menos eficientes, nacían los circuitos integrados, en donde en un pequeñísimo espacio cabía lo que antes era casi una habitación completa, todo esto evolucionó casi naturalmente hasta que estas computadoras ya estaban sobre una mesa, cada día nacían programas que podían hacer cualquier cosa imaginable, así como también cada día más gente se interesaba en esta nueva realidad.

Se comenzó a correr la voz de estas nuevas máquinas y ahora gente entusiasta sobre el tema comenzó a adquirir estas grandiosas, pero misteriosas máquinas, las personas comenzaban a modificarlas, ya se veía un submundo que giraba en torno a ellas, se realizaban reuniones donde pseudocientíficos de la nueva era hacían relucir sus propias creaciones cada vez más eficientes, pero cada vez más complicadas, estas maravillosas máquinas podían hacer todo lo que se quisiera, pero no todos entendían cómo, así, surgió un problema, casi como una presión de evolutiva, estas máquinas debían ser entendidas por todos, no sólo por ingenieros, por lo mismo, las máquinas que mejor surgirían y evolucionarían hasta lo que conocemos hoy serían las más simples, pero no menos eficientes.

Comenzaron a aparecer visionarios que creían que estas máquinas debían ser para todo público, así, comenzaron a simplificarlas, contra todos los ingenieros que querían que este nuevo mundo siguiera sólo para ellos. Estas nuevas computadoras ya no eran sólo un pedazo de placas verdes con cables cruzándolas, sino, ya eran artilugios con una forma específica, agradables a la vista, con todo incluido, ya no había que preocuparse de comprar por separado central de procesamiento y dispositivos de interfaz humana.

Un nuevo mundo nació, el mundo de las computadoras, pero no el de las complicadas y horripilantes sino el de las agradables y simples de usar. Comenzó a generarse la oferta y demanda de estos nuevos dispositivos, naciendo la responsabilidad de los productores de hacerlas cada día más rápidas y amigables con la gente común, aquí es donde la tecnología, que antes estaba solo relacionada a la ciencia, se volcó a las masas.

Ya analizamos cómo fue que las tecnologías de la información se adentraron en el mundo de la gente normal, no ingeniera, que quiere todo cada vez más rápido y simple. Naturalmente comenzaron a producirse computadoras más pequeñas nacieron las interconexiones entre dispositivos, teléfonos celulares y todo lo que conocemos hoy en día como tecnología.

Junto con la aparición de interconexiones entre dispositivos, lo que evoluciono en la internet como la conocemos, se comenzó a transmitir información a velocidades inimaginables, ya no se necesitaba una carta que se demoraba meses en llegar al otro lado del mundo, ahora existía el correo electrónico, ya no se necesitaba hojear un libro de una infinidad de páginas para estudiar un tema, ahora existían las enciclopedias en línea, ya casi se borraba la barrera física entre países, la comunicación ya era plena.

El acceso a la información era cada vez más fácil, gente normal pudo ser lo que quería gracias a la internet, podía aprender cualquier cosa, podía compartir lo que quisiera, toda la información comenzó a repartirse de una manera más justa, ahora, cualquier persona podía tener acceso a cualquier información en cualquier minuto.

Se comenzaron a generar bibliotecas de acceso libre, enciclopedias que abren todo un mundo de conocimiento a la gente común y corriente. Ahora la libertad es de todos, pero esta libertad tiene un límite, el límite aquí, sería la piratería, el afán de compartir lo que no me pertenece resguardándose bajo la “libertad de compartir”, en el fondo, la idea es excelente, pero qué pasa con los dueños reales de la información que se comprarte de manera fraudulenta, se les está vulnerando su libertad, la cual vale lo mismo que la del “pirata”.

Lamentablemente el número de piratas es inimaginable, así que combatirlos no es viable, tan grande es el número de piratas que quizá tú hayas sido uno, compartiendo inocentemente algo que no sabías que no era tuyo.

La gente, ya relacionada íntimamente con estas nuevas tecnologías exigía más simplicidad, pero no sacrificando eficiencia, poniéndoles un desafío a los productores. La gente lo que primero veía de un dispositivo, ahora conocido como dispositivo inteligente, era el diseño de el mismo, aquí es donde los diseñadores tomaron una gran relevancia en la evolución de la tecnología, debían crear dispositivos cada vez más agradables a la vista, se debían diseñar interfaces más simples y pulcras, así se llegó al minimalismo, en donde menos, es mejor.

Ahora lo que antes estaba ocupando completamente una habitación está en la palma de tu mano, ahora en tu teléfono móvil tienes una computadora completa, puedes comunicarte con alguien del fin del mundo tan sólo con apretar un botón, puedes plasmar una imagen tan sólo tocando una pantalla, en nuestros días, nuestros dispositivos, son casi un miembro más del cuerpo, una extensión de tu mente, de tus ojos y de tus oídos.
Así es como ha evolucionado la tecnología, más precisamente, las tecnologías de la información, las cuales imperan en nuestros días, casi invadiendo nuestra vida, casi vulnerando nuestra privacidad.

Grandes avances también conllevan una gran responsabilidad, he aquí donde sólo nosotros debemos resguardarnos, la tecnología no debe sobrepasar nuestras vidas, debemos amarlas, pero también protegernos de ellas, evitando que nos invadan.

La tecnología es un excelente instrumento, pero que debe usarse responsablemente.

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